viernes, 16 de mayo de 2014

Jeffrey Dahmer.

"Una vida sin homicidios es para mí como una vida sin alimentos para ustedes". 
                                      Alexander Pichushkin.

Hoy hablaremos de un asesino serial bastante peculiar. Sin duda alguna, y aunque suene descabellado, es uno de mis favoritos.

Jeffrey Lionel Dahmer nació en West Allis, Wisconsin el 21 de mayo de 1960. Es conocido no solamente por el número de personas a las que asesinó, sino también por practicar la necrofilia y el canibalismo. A diferencia de otros asesinos, Dahmer no sufrió ningún tipo de maltrato en su infancia, de hecho, fue un niño amado por sus padres que le brindaban todo tipo de apoyo, así como educación y buena vida social. Pero a pesar de todo esto, era un niño tímido y solitario que temía el abandono y daba la impresión de estar desamparado.


De pequeño, no hacía nada más que gritar pidiendo atención, pero sus padres estaban tan absortos en sus propios problemas y peleas, que los llevó al divorcio en 1978.
La mayor parte de su infancia, la pasó escondido en un cobertizo de madera donde cazaba insectos y los metía en frascos mientras les ponía formol para conservarlos. Le comenzó a interesar la anatomía animal. Llenó el sótano de su casa con huesos de diferentes tipos de animales pequeños que él cazaba. Después pasó a los animales más grandes como ardillas, mapaches, entre otros.

A los dieciséis años, se convirtió en un chico solitario y comenzó a beber. Incluso, solía ir borracho a clase y su único amigo era un vendedor de marihuana con el que se drogaba todos los días. Los demás estudiantes lo veían como alguien "raro" y "antisocial".

 

Poco tiempo después, empezó a observar a un joven que diario pasaba frente a su casa haciendo ejercicio, y sintió un deseo enorme por tenerlo.Como no se animaba a hablarle ya que no sabía como entablar una conversación con él, optó por tomar un bate de béisbol para dejarlo inconsciente y así poder llevarlo a su casa. Pero el día en que tomó esta decisión, el chico ya no pasó por ahí, salvándose así de ser la primer víctima de Jeffrey Dahmer. 

Poco tiempo después, su padre se va de la casa y como venganza, Dahmer recoge de la carretera a un chico al que llevo a su vivienda y asesinó. Después lo metió en un saco de basura y lo aventó por un barranco. Tiempo después de su primer asesinato, entró en depresión y ya no quiso seguir viviendo. Su padre, sabiendo que Jeffrey ya no quería estudiar, le comentó que podría unirse al ejercito, a lo que el joven pensó que no sería mala idea. Ahí comenzó a estudiar la anatomía animal más a fondo, pero lo echaron por su problema de alcoholismo.

Para no hacerles el cuento más largo, en total, Jeffrey Dahmer asesinó a 17 hombres tanto adolescentes como adultos. Siempre con la misma táctica: o los recogía en la carretera diciéndoles que podría darles un aventón, o los cortejaba en algún bar gay. Después los llevaba a su casa y cuando estos querían marcharse, a él le entraba una angustia terrible, porque no quería que lo abandonaran. Como las víctimas se negaban a quedarse, "el asesino de Milwuakee" (nombre que recibió después de que la policía lo atrapara) los asesinaba, practicaba la necrofilia y se comía partes de sus cuerpos. 





Su juicio comenzó el 27 de enero de 1992. Desde el principio quedó claro que lo impulsaba un trastorno mental, a pesar de que él hacía todo lo posible por disimularlo. Fue sentenciado a 15 cadenas perpetuas, pero en 1994 fue asesinado a golpes por un recluso.

Y es aquí cuando nos preguntamos: "¿Qué tan afectada puede estar la mente de una persona para cometer este tipo de atrocidades?".

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